Pan de espelta casero: una receta sencilla para principiantes
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Hacer pan casero con harina de espelta es una forma maravillosa de iniciarse en la repostería, y esta receta es especialmente apta para principiantes. Requiere solo unos pocos ingredientes básicos, un amasado mínimo y no necesita herramientas sofisticadas como una batidora de pedestal. Aquí tiene una guía sencilla para empezar.

Ingredientes (rinde 2 panes):
- 1000 g de harina de espelta (puedes usar harina de espelta blanca o integral o mezclar ambas) - añadir al carrito aquí
- 50 g de levadura fresca
- 1 cucharada de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 2 cucharaditas de vinagre de sidra de manzana
(le da al pan un sabor parecido a la masa madre) - 750 ml por 1 litro de agua tibia.
Preparación:
- Mezcle los ingredientes secos : combine la harina, la sal y el azúcar en un tazón grande.
- Activar la levadura : Disuelve la levadura fresca en agua tibia con el vinagre. Añádela a los ingredientes secos. Mezcla todo hasta obtener una masa homogénea. No necesitas batidora; una cuchara funciona perfectamente. Si la masa está pegajosa, significa que el pan tendrá agujeros más grandes. Si prefieres un pan más denso con agujeros más pequeños, usa menos agua.
- Dejar reposar la masa : tapar el bol y dejar reposar la masa durante 20 minutos en un lugar cálido.
- Dar forma a la masa : Tras el levado inicial, vuelva a mezclar la masa (solo con una cuchara) y divídala en dos partes. Engrase dos moldes para pan (de unos 25 cm x 11,5 cm) con grasa y enharínelos ligeramente o use papel vegetal. Dé forma a la masa en los moldes, alisando la superficie con una cuchara húmeda. Deje levar la masa durante 20 minutos más.
- Precalentar el horno : Mientras la masa sube, precalentar el horno a 420 F.
- Horneado : Antes de meter los panes al horno, rocíelos con agua. Coloque los moldes en la segunda rejilla empezando por abajo y hornee durante unos 50 minutos (este tiempo puede variar según el horno, así que vigile el pan). ¡No abra el horno durante la cocción!
- Terminado : Después de 50 minutos, apague el horno y deje reposar los panes 5 minutos antes de abrir la puerta. Inmediatamente después, desmolde los panes (si están engrasados, salen fácilmente) y colóquelos sobre una rejilla para que se enfríen. Esto ayuda a mantener la corteza crujiente, ya que no se formará vapor en la base.
¡Disfruta de tu pan casero!
